En las noches de luna llena, sale
Mama Huaca a pasearse por las pampas y sementeras, siempre que no este
lloviendo; porque no puede mojarse el pelo con el agua del cielo, ya que ella
es parte del enemigo malo (demonio). Antes dizque era el pelo negro, hasta que
una noche los sapos pidieron agua al cielo hasta que llueva.
Los sapos en tiempo antes, cuando
vivía mi mama bisabuela, dizque paría guagua (Niño tierno, pequeño) sapo mismo,
hasta que una noche de luna llena con el cielo brillante lleno de estrellas,
Mama Huaca ha salido a pasearse y los sapos han comenzado a pedir agua.
Entonces el cielo se ha “entoldado” y se ha puesto a paramar, mojándose el pelo
de ella que era bien negro con las aguas del cielo; y comienza hacerse sucu, de
puras iras les echa la maldición a los sapos, diciéndoles que han de poner
huevos y del huevo han de salir los sapos, así como salen las lagartijas.
Pero ella pensando que solo una luna va a estar
el pelo sucu y después se ha de hacer nomás negro; pero cuando en la otra luna
sale a pasearse no cambia de color el pelo. Ella les dice a los sapos: “Que de
los huevos no han de salir sapos sino shugshis y que los taitas tienen que
irles comiendo de poco a poco el rabo (cola) para que salgan las patas y las
manos y cuando sean sapos han de vivir en las cochas (charcas) de agua podrida
hasta que sean grandes.
También les dijo: que en la
primera parida han de sólo dos sapos que han de ser verdes y chiquitos, y se ha
de llevar ella. Desde ahí aparecieron unos sapos chiquitos verdes que tienen
otro modo de “llorar” (Croar), esos con sus silbidos piden que el pelo de Mama
Huaca se haga negro. Mientras no lo consigan tienen que andar cargando a los “huahua
shugshis” hasta que se hagan sapos.
Esta es la maldición de la Mama
Huaca porque no alcanzan que se haga de nuevo “yana agcha” (yana, negro; agcha,
pelo)